viernes, 1 de septiembre de 2017

Pedagogía de expresión ludo creativa

Un contexto global

El propósito de la expresión en la educación, es ofrecer a los niños y jóvenes la oportunidad de experimentar, descubrir, dar forma a sus expectativas por su propia iniciativa, con la finalidad de desarrollar sus potencialidades, desenvolver un pensamiento propio y actitudes creativas en diálogo con los otros alumnos y docentes.

Dr. Prof. Raimundo Dinello - raidinello@hotmail.com

Lúdicamente y en sucesivos ensayos se aprende con alegría y libertad para crear, donde cada uno se afirma como sujeto, como protagonista de sus aprendizajes. A partir de la satisfacción de descubrir, experimentar y elaborar conclusiones, conceptos o nuevas vías de comprensión se constituye la propedéutica del sujeto. Es importante la tonalidad lúdica porque asocia intensamente al imaginario y éste es vía de aprendizajes de nuevos conocimientos.

La expresión, es aquella forma de manifestación del ser que tiene vida. Cada uno le imprime su propia característica y con ella desenvuelve un propio proceder hasta su acabamiento en ideas y acciones. Toda significación surge en la convergencia de signos. "La expresión es una impronta que trasparece en los signos más significantes, sea directa o simbólicamente en la obra del sujeto." (Dinello, 1992). Permite situar al hombre en su existencia, pero tiene también su polo objetivo en la medida que busca directamente clasificar y transformar su entorno, así como un grito califica a un acontecimiento. "Expresión: es la procesión del hombre que se manifiesta fuera de sí mismo para dar un sentido a la realidad." (Gusdorf, 1966). Expresarse es intrínseco a existir, es correlativo del respeto a la vida que a cada uno atañe.

"La creatividad se concibe como una forma particular del ser para idear y producir nuevas realidades; ensayar innovaciones en procesos de adquisición de conocimientos, sonidos, movimientos, de forma relativamente autónoma y original" (Dinello, 1990). Es una posibilidad de mayor integración en la capacidad de expresión de cada uno. "La creación es posible a partir de la combinación de experiencias pasadas con nuevas oportunidades; o la combinación de las necesidades con la propia imaginación" (Hendrick, 1991). Crear es buscar y experimentar, pero, sobre todo, imaginar nuevas perspectivas.

El impulso lúdico: esencialmente es un carácter de la alegría personal, puede transformarse en una actitud lúdica y en una diversidad de juegos. La impulsión lúdica que surge en el conjunto de las fuerzas instintivas de vida, es un elemento sustantivo para que cada individuo pueda reencontrarse consigo mismo y haga efectiva las posibilidades de participar intensamente en los intercambios con otros individuos de la especie humana. El universo lúdico es muy diferente del mundo de las realidades objetivadas. ("Cf. Artexpresión y Creatividad").

Es el movimiento con alegría del juego que irriga todo el cuerpo y que provoca un crecimiento desde el interior, el sistema sanguíneo recorre todo el organismo: huesos, médula, cerebro... así, la nutrición general se organiza gracias al movimiento iniciado por el juego. De esta forma, el juego es un fundamental estímulo vital del sujeto en acción. Luego se suman otras cualidades de socialización interactiva a esta primera gran virtud del juego movido por el impulso lúdico.

La expresión y la creatividad son el fermento con el cual se instituye una cultura propia, ello constituye un espacio de cultura de la comunidad reflejándose en lo corporal, en el pensamiento, en la espiritualidad o en toda transformación que la comunidad opera de su modus vivendi. Permite además trabajar en aulas con grupos heterogéneos donde interactúan las diversas potencialidades que se retro-alimentan permanentemente. Inclusive elaborando normas de convivencia y asumiendo reglas para el cuidado de los objetos compartidos.

La propuesta pedagógica fundamentada en la expresión se propone desarrollar al sujeto, a través la ludocreatividad, sin la inducción de modelos que limiten la proyección; se considera el entorno cultural, las diversas formas de participación de cada uno, procesando una situación que valoriza la afirmación de identidades y el desenvolvimiento de potencialidades.

En la expresión se combinan expectativas e imaginación, se desarrollan respuestas a las incógnitas planteadas; es una dimensión que promueve las capacidades y aporta la atención sobre las necesidades básicas de la persona. Reflejando la originalidad del pensamiento, re-creando la comprensión, realizando transformaciones de materiales, elaborando el lenguaje y combinando posturas corporales.

Responde también a la necesidad de evolucionar en grupos heterogéneos que operan precisamente en la diversidad de aproches, todos sé retro-alimentan: unos intentan imitar, otros tratan de explicar o re-explicar saberes, otros adicionan esfuerzos. La expresión es la afirmación de identidades y por ella se inicia la creatividad, propulsando el desarrollo de la persona y aún, en una nueva dimensión, consiguiendo una articulación hacia los diversos contenidos o la comprensión de valores y principios estéticos. Luego de consumar una afirmación del sujeto, es también una forma de este reportarse al exterior con conocimientos, actitudes y sentimientos representados en distintas formas del artexpresión. Procesos de descubrimientos, de aprendizajes y de placer. La creatividad es un medio fundamental de la estimulación cognitiva y de comprender la responsabilidad sobre el devenir.

La pedagogía de la expresión surge cuando se plantea la Educación como proceso de desenvolvimiento de la persona para todos los humanos y es confirmada por sucesivas declaraciones de principios: con la declaración Universal de los derechos del hombre en la Asamblea de la Naciones Unidas (Diciembre 1948), específicamente con los Derechos del niño (Noviembre 1959) y de la mujer (Diciembre 1979). Su pertinencia se intensifica con las propuestas de la UNESCO sobre la democratización de la Educación y la Enseñanza (Jomtien, 1990). Recientemente confirmadas en seminarios para definir Propuestas de Aprendizajes para la Convivencia (BIE: Ginebra, diciembre 2003) e, insistentemente planteada en la presentación de la programación de Educación Para Todos. (Río de Janeiro, noviembre 2004).

Ella emerge en las ciencias de la educación con el reconocimiento de cada educando como sujeto protagonista, aceptando la heterogeneidad de la composición del grupo de aulas que representa una realidad social, con el afinamiento de la interacción entre sujetos y con una diversidad de objetos. Sobre todo con la preocupación de respetar y afirmar identidades, tanto biológicas como culturales. La comprensión del sujeto en su contexto de comunidad de vida nos orienta en la búsqueda de nuevos instrumentos para organizar y desarrollar las aulas.

Esto permite situarnos primero en el periodo correspondiente a fines de la modernidad y, actualmente en evidente transición, de ubicarnos globalmente en pleno periodo de los Tiempos Fractales de la posmodernidad. Coincide con una evolución de civilización y con nuevas finalidades para la educación y la enseñanza como una necesidad de extenderla a todos. En la enseñanza, cuando es insuficiente pensarla como una preparación profesional prefijada; dado que las posibilidades de puestos de trabajo se han modificado profundamente y la creación de nuevas formas laborales es prioritaria. Trayendo a la cima una nueva significación de la formación de la persona, la cual, con su creatividad tendrá que resolver los múltiples problemas de integración a una sociedad en permanente transformación.

Los sujetos se afirman con el placer de descubrir, experimentar y elaborar conclusiones; en marcado contraste a cuando se hacen ejercicios partiendo de la experiencia del docente o de manuales que indican un derrotero didáctico. Prácticas que frecuentemente interfieren con el aprendizaje, porque imponen un cierto ajuste al modelo, quitando todo entusiasmo por un aprender originariamente tan relacionado con el acto creativo o como proceso del sujeto al apropiarse de un nuevo conocimiento. Lo que fue una facilidad en otros tiempos, es decir cuando el docente explicitaba el modelo aceptado en la continuidad de su autoridad, ahora en tiempos posmodernos se transforma en limitación y rechazo.

Es necesario comprender que el principal conflicto de la enseñanza en fines de la modernidad ha sido la copia y la reproducción. Factores tan mentados en la producción industrial de objetos que resultan actualmente contraproducentes en la formación de seres inteligentes, los cuales están llamados a vivir una nueva época, llamados a afirmarse como sujetos que podrán aportar soluciones a múltiples problemáticas cada día más complejas (Cf. Expresión Ludocreativa).

Otro factor a visualizar es que en el pasado la enseñanza y la educación estaban centradas en dar respuestas a programas fundamentalmente cognitivos, cuando en la actualidad en el mismo proceso institucional es necesario ofrecer oportunidades para un desarrollo espiritual y corporal, sin descuidar la convivencia social; mejor aún, proponerse un reconocimiento de ciudadanía (Cf. Pedagogía de la Expresión).

La expresión creativa se concibe en ámbitos donde se valoran formas particulares de buscar y producir nuevos conocimientos; ensayar ideas, movimientos, sonidos, lenguaje, objetos tridimensionales, proyectos; es decir, donde una nueva experiencia de vivencias y de comprensión lógica-matemática distingue al sujeto y su obra. Es notorio que el ser humano se construye en permanentes reflejos entre su interior y lo que realiza exteriormente; su crecimiento depende del valor cualitativo de lo que recibe y de lo que puede realizar; es decir, de expresarse creativamente. La vida social se caracteriza por permanentes nuevas creaciones o transformaciones de algo material, corporal, emocional, espiritual, ideático. La expresión, la lúdica y la creatividad no se entienden como una materia o actividades aisladas del aprendizaje cotidiano, ni como talleres complementarios a la programación formal institucional. Ellas son integrantes de la globalidad de la situación formativa y son fundamentos de toda perspectiva educativa de los sujetos en la actualidad. Razón por la cual corresponde sean parte fundamental de la metodología aplicada día a día.

Aprender desde su interior
La expresión y la creatividad permiten al sujeto reconocerse en sus sentimientos, en sus inquietudes y manifestarse en sus potencialidades de manera que va organizando las posibilidades de sus significativos aprendizajes. Es importante que el docente pueda valorar estas formas de presentarse el sujeto que representan vivencias identificatorias.

Las actividades de expresión ludocreativas son un destello del alma como toda obra del artista que refleja sus dramas y sueños, sus temores y proyectos, sus baches y perspectivas. Todo ello cuando hayamos comprendido que educar es formar más allá de la transmisión de contenidos. El conocimiento es una riqueza de la ciencia acumulada y las formas educativas compartidas son la posibilidad de convivir y continuar existiendo como especie inteligente.

Inscribirse en la pedagogía de la expresión es evitar los modelos predeterminados: es asumirse como un docente que promueve la interacción, las tentativas de experimentar y brinda su parecer personal sin temores. De tal forma que las diferencias construyen una percepción más completa de la realidad en estudio y no actúan como un factor de competición intrínseca al grupo en aulas. En definitiva, educar en la reflexión, en el pensamiento autónomo, es pasar por la experiencia de conjugar la diversidad de opciones y opiniones. Es una alternativa fundamental al pensamiento único.

La expresión y la creatividad son formas universales del ser humano para construir su entendimiento; es decir, son vías del desarrollo de su cultura y de tecnologías de producción:

- Cultura que incluye sus hábitos y costumbres, su lenguaje comunitario, sus manifestaciones artísticas por medio de la música, la pintura y obras de escultura, la parodia y representaciones teatrales, los juegos y deportes, las leyendas y danzas que transcriben su historia.

- Tecnologías, un instrumental valioso si mantienen el equilibrio de la biodiversidad, pero que pueden lesionar la humanidad cuando son conducidas por un poder que se pretende absoluto.

Cada educando, cada sujeto desde su patrimonio cultural incorpora al grupo elementos que van ampliando el horizonte de todos, por lo cual es imprescindible propiciar y respetar profundamente el acervo cultural simbólicamente representado por cada uno, sobrepasando variables particulares como las diferencia de vocabulario, diferencias de disponibilidad económica, diferencias de intereses intelectivos, diferencias de modalidades de afectos. Reunidos para aprender un máximo porque en ello va el desarrollo de cada uno y la evolución de la comunidad de vida a la que todos pertenecen.

El docente también comprenderá por qué su mayor aspiración es que cada alumno pueda ir más lejos que él mismo, dado que son nuevas generaciones de su misma especie que pueden continuar la civilización, integrando saberes. De esta dinámica de expresión ludocreativa surge naturalmente un crecimiento de autoestima y un reconocimiento del valor de los otros sujetos y de los objetos creados por cada uno. El valor de los objetos no está en el precio del mercado, está en la representación simbólica de la creatividad del sujeto. El respeto por la persona de los colegas no está en el temor al castigo, está en el reconocimiento de la presencia de otros para la realización del conjunto. El aprendizaje no es una obligación que impone el docente, es la única vía de desarrollo para cada sujeto humano.

Campo pedagógico y áreas de expresión
Las aulas implementadas en la Pedagogía de la expresión implican una aplicación metodológica basada en campos pedagógicos donde se desarrollan las áreas de expresión. Áreas que podemos clasificar según sus especificidades afines con las artes. La expresión es siempre una cualidad personal, que luego traducida en los objetos creados, a veces tendrá un mayor reconocimiento en la exposición social, pero que siempre será primordialmente una representación simbólica del sujeto que manifiesta su existencia.

Las áreas corresponden al lenguaje musical, a las formas plásticas, al mensaje teatral, al movimiento ludo-corporal, a la afirmación de identidades del folclore. Por las actividades del artexpresión el sujeto encuentra una saciedad que lo ubica en su meridiano de existencia.

1. Las actividades que estimulan la experimentación de sensaciones y emociones, correspondiendo a una percepción plástica de objetos del mundo exterior, nos ubican en la lógica matemática de las formas, texturas y colores de la materia; como también permiten que el mundo interior pueda tener presencia objetivada en una original creatividad. Hay una posibilidad de desarrollar una particular sensibilidad a través de la contemplación y modificación del objeto creado.

2. Las actividades que desarrollan una sensibilidad de expresión musical, conllevan formas de apreciación de estructuras primarias de todo lenguaje comunicativo como lo es el alfabeto de cada idioma; apreciación de sonidos y composiciones del contexto natural y social de cada comunidad cultural. Por medio de juegos y ensayos musicales cada sujeto ingresa al mundo de la comprensión de la infinita gama de sonidos y al entendimiento básico de escucha que necesita toda orquestación de idiomas.

3. Por el teatro, los títeres y otras formas de una puesta escenográfica, se desarrollan las capacidades de recrear la realidad y de comprender como se mueven los personajes en ella. Permiten explorar la permanente dinámica del Ego y los Alter-egos que pueblan fantasías y conflictos de relaciones interpersonales. Siendo tales representaciones una vía educativa para aclarar innumerables conflictos que frecuentemente llevan a los grupos a situaciones de caos comportamentales.

4. El desarrollo de las posibilidades de expresión y creación a través del cuerpo, que son también en y por el cuerpo, no pueden entenderse como un agregado a los programas de estudios y menos aún como un manejo de válvulas de energías físicas, sino que es parte intrínseca, pues aseguran el funcionamiento biológico y el bienestar anímico del sujeto. La expresión corporal es la matriz de nuestra presencia en el mundo social.

5. Las actividades de comprensión y dramatización de leyendas, como aquellas de entrar en la histórica significación de danzas y cantos del folclore, alusivos a las epopeyas de la trayectoria de un pueblo, permiten comprender la historia personal más allá del dato biográfico del nacimiento. Toda afirmación de identidad es un estímulo de aprendizajes que el sujeto comprende como un paso de auto reconocimiento y crecimiento personal.

El crecimiento en su inserción social es una confirmación que todo sujeto necesita para no sentirse invadido por la violencia que lo lleva en una escalada de agresiones a la marginalización. Agresiones a sí mismo, agresiones entre familiares y vecinos, agresiones institucionales y, últimamente, con frecuencia, agresiones en escuelas, las cuales simbolizan a las instituciones educativas que a muchos individuos no les dieron cabida en los procesos de aprendizajes. La posibilidad de auto-ajustar su comportamiento social necesita de un espacio de expresión y de un largo camino de instrucción; sin educación sólo resta la posibilidad de desencadenar violencia.

Procesos epistémicos y articulación
Debemos dimensionar la importancia de la interacción de los sujetos entre ellos y con los objetos, aunque también la riqueza de la integración de las diferentes áreas de expresión que son, a su vez, un fundamento para las articulaciones con las diversas materias de conocimiento. Una vez más debemos destacar el rol del docente que orienta la animación pedagógica, que asegura las situaciones de aprendizajes contenidas en todo campo pedagógico y sobre todo, porque es quien mejor sabrá puntualizar las interrogantes de una articulación conceptual.

La pedagogía de expresión ofrece a cada sujeto la posibilidad de reencontrarse a sí mismo en las actividades ludocreativas y luego, específicamente desde su consecuencia y objeto creado, se realiza una articulación con diferentes contenidos, tanto cognitivos como estéticos y éticos. Tales animaciones pedagógicas corresponden a todo proceso de evolución personal con posibilidades de múltiples aprendizajes. Particularmente, los productos cognitivos corresponden a materias de conocimientos y podrán ser evaluados como todo producto que tiene una norma objetivada o un parámetro de referencia exterior al sujeto que lo realizó.

Todo niño y joven antes que ser visto como un alumno debe ser considerado como sujeto de expresión y creación, de manera que sea reconocido en su existir y en sus posibilidades de aprender. No hay duda que esta prioridad dada al reconocimiento del sujeto corresponde a una nueva época de la pedagogía, cuando existe la comprensión de los derechos del niño y que nos ubica muy distantes de los métodos fuertemente inductivos de la didáctica. Pero que no haya confusión, los derechos del niño no corresponden a una visión pueril: se comprenden en la globalidad evolutiva de la sociedad humana. Tradicionalmente se ha enseñado a reproducir el producto, a recorrer una vía rápida hacia el objeto terminado, acercándose frecuentemente a la mejor la copia; es decir, confirmar un modelo y poco o nada de margen para descubrir y experimentar. Alternativa en la cual se asume un tiempo de procesos donde las observaciones y deducciones son punto de partida para otras dudas y nuevas hipótesis, antes de concluir con la elaboración del concepto. Es esta inversión epistémica que complica la transición de hoy, dado que modifica la posición intelectiva de muchos docentes acostumbrados a presionar temáticamente, se posibilita una duda cuando la innovación metodológica significa una modificación del procedimiento epistémico para organizar el aula y modifica hábitos de adaptación en el ejercicio profesional.

Ante esta dificultad, muchos prefieren sintomáticamente complementar el tedio de la didáctica con talleres, lo cual no modifica en nada el 'impase' de la situación pedagógica, solamente recurren provisoriamente a una compensación en la animosidad de los alumnos, pero ello no permite al niño asumirse como sujeto protagonista de su aprendizaje, ni lleva al docente a actualizarse acorde a realidades de los tiempos del siglo que transitamos.

La realidad social, que con ritmo propio corresponde a una globalidad de evolución planetaria, llega al interior de las instituciones de educación y de enseñanza, modifica las actitudes de alumnos y las disposiciones laborales de los docentes. Al descontento de los alumnos que no encuentran en aulas el interés ni la atención deseada, se suma el desconcierto de ciertos docentes para mejorar su efectividad profesional; en términos muy generales, queda la rebeldía juvenil de unos y la reivindicación salarial de los otros; ignorando así la posibilidad de priorizar al ser humano y de reconocerse situados en el mismo barco.

Para crear un ambiente de estimulación el docente puede proponer situaciones abiertas: en parte de realización exigente y en parte de libre ensayo, de manera que cada sujeto pueda encontrar su espacio de protagonista, que experimentando descubra el placer de los aprendizajes y los beneficios de la interacción. El docente participa de los diálogos, sugiere preguntas, aporta informaciones, también desenvuelve su sensibilidad en diversas formas del artexpresión, organiza el frondoso surgir de ideas y opiniones que necesitan sistematizarse, acercando el entusiasmo al conocimiento científico. Ciertamente el mayor conocimiento de una materia de estudio le permite al docente tener una visión más amplia de los temas que los alumnos entrevén; pero aún así, ello debe conjugarse con la fuerza protagónica de los alumnos para desentrañar saberes y continuar en el placer de transitar aprendizajes.

La búsqueda de conocimientos siempre está, de una manera u otra, relacionada con quién somos y que deseamos ser, por lo cual es comprensible la íntima relación a los estadios de identidad. Identidad que recubre los aspectos biológicos, comunitarios, culturales e incluso interfiere en la definición de proyectos. Así, podemos, entender por qué en los trajines de migración, los niños y jóvenes ven ampliadas sus dificultades de aprendizaje formal: aunque resulte atractiva la nueva realidad ambiental, están las preocupaciones sobre sus propias potencialidades, las dudas concernientes al uso de los instrumentos mentales y los conflictos de lealtad con la trayectoria familiar, dado que aprender es asumir facetas identificatorias.

El docente, al asumir la animación pedagógica de su aula, considerará el interés espontáneo de los alumnos por ciertos ensayos y búsqueda de aprendizajes; también tendrá en consideración realidades contextuales, desde donde se puede partir para profundizar conocimientos y afinar habilidades o competencias personales que, en su inmensa mayoría, son posibles de articular con los contenidos programáticos de la escolaridad.

Metodología
La metodología es un instrumento para sobrepasar las contingencias personales en el devenir de un proceso, buscando resultados esperados a través de los aprendizajes. La metodología ofrece los parámetros con los cuales cada docente puede orientarse para el desarrollo de sus aulas, de su programa, del proyecto. Sin embargo, en este caso, no impide considerar las singularidades del sujeto, por el contrario, la secuencia metodológica le solicita una afinidad con la expresión lúdica y creativa constituyente de la metodología que estamos tratando.

En la expresión ludocreativa están todas las dimensiones del ser humano: social, cultural, afectividad, cognición, motricidad, placer, imaginación, diversión y mucho estímulo para un permanente aprender dado que estimula interés y alegría por descubrir sus propias potencialidades. Lo cual resulta un gran contraste con la costumbre didáctica donde los alumnos deben seguir el modelo propuesto por sus docentes, reproduciendo ejercicios y conocimientos, generalmente memorizados más que investigados. Para asegurar fines, se constituye una secuencia metodológica:

a. Introducción lúdica;
b. Actividades de expresión creativa;
c. Preguntas o conflictos de comprensión pedagógica a elucidar,
d. Experimentación e información,
e. Articulación con la sistematización de nuevos conceptos, con posibles replanteamientos de información y despejando conclusiones.

Todo ello a través da la permanente interacción entre sujeto objetos sujetos. El docente es un orientador de la animación pedagógica y de la sistematización. Asume la orientación de los procesos de aprendizajes más que caracterizarse por ser un regente de individuos, propiciando una educación y una enseñanza cualitativas.

El juego desarrolla funciones básicas del ser humano: la motricidad, la afectividad, la cognición, la socialización, la espiritualidad; sobre todo a través de su gratuidad o manifestación de alegría intrínseca en quién juega. La actividad lúdica en sí misma es un factor de confianza para introducirnos en la expresión creativa que solicita un universo de representaciones. Esta, a su vez, nos conecta con una disposición para emprender las etapas del método científico: develar un fenómeno, experimentar, ensayar hipótesis, clasificar consecuencias.

Relevemos la importancia de los objetos mediadores que son portadores de la imaginación, que son muy útiles porque son transformables, tanto los tomados de la naturaleza del entorno (ramas, semillas, carozos, arena, guijarros,...) como aquellos recogidos del material de descarte doméstico (plásticos, botones, cajas, hilos, papel, ) posibles de reciclar en material pedagógico. Se completan con los materiales correspondientes a las áreas de expresión: para la plástica, la música, el teatro, los juegos de psicomotricidad, las leyendas y epopeyas; facilitando imágenes del lenguaje comunicativo y percepciones de la lógica matemática. Hay un profundo mensaje educativo en el reciclaje de múltiples objetos transformados en materiales pedagógicos, dado que es imposible obviar la constatación de valores, cercana a la solidaridad de unos o al egoísmo de quienes teniendo mucho ignoran las carencias de otros. Se corresponde con sensibilidad ecológica y con un compartir realidades.

Principios fundamentales
En la elaboración de estas líneas hemos desarrollado principios fundamentales: se reconoce al sujeto como protagonista de su aprendizaje; se abre un campo pedagógico de evolución de potencialidades; consecuentemente el docente asume una animación pedagógica de los procesos, en la cual se desenvuelven las áreas de expresión como forma de asegurar una perspectiva de Educación Integral, donde son fructíferas las interacciones de diversidades presentadas por la heterogeneidad de los alumnos; y en la exégesis, superando conflictos pedagógicos, se constituye una articulación desde el artexpresión a la sistematización de conocimientos, a la comprensión de valores humanos y a la sensibilidad de principios estéticos.

La relación primera de la expresión y la creatividad con el sujeto es el juego. El impulso lúdico en los mamíferos es una necesidad de moverse para crecer, de experimentar para aprender, de realizar ensayos de relaciones para convivir. Las diversas formas del artexpresión son la afirmación del sujeto que desde su interior manifiesta su existencia y su necesidad de aprendizajes; confirmando su proceso de identidad asume los conflictos pedagógicos que solicitan su inteligencia y le permiten descubrir la profundidad la interacción social.

La creatividad es un permanente ensayo de nuevos proyectos que cada ser humano está llamado a realizar para asumir los desafíos de su vida en sociedad. Sociedad que actualmente, en su visión planetaria, está en un proceso de mayor complejidad. Tomando ejemplo de la matriz de la creación del universo, una posible comprensión inteligente también va del caos de la primera observación al ordenamiento que permite una nueva comprensión acorde a realidades paradigmáticas de la época (Cf. Artexpresión y creatividad).

La instrumentación ludocreativa transforma el esquema epistémico y por lo tanto desenvuelve una terminología especifica, una propia secuencia de métodos y nuevos roles del docente. En el acto creativo: ser, conocer y hacer es una unidad; lo cual permite al sujeto situarse en su meridiano y valorar los aprendizajes. Una pedagogía ludocreativa es factor de crecimiento, de conocimiento y de convivencia.

Autor de varias obras científicas:
o The Right to Play Stockholm 1980;
o Fondements Socio-pédagogiques Bruselas 1982;
o Adolescents entre deux Cultures Paris 1985;
o Psychopédagogie Interculturelle Neuchâtel 1987;
o Expresión Ludocreativa Montevideo 1989/2005;
o Pedagogía de la Expresión Montevideo 1992/2003;
o El Juego. Ludotecas Montevideo 1993/2003;
o Artexpresión y creatividad Montevideo 1997/2004.

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