lunes, 1 de octubre de 2018

Profes de educación física, ¡por favor no se mueran nunca!

Son simpáticos, dinámicos, muy activos y se hacen notar cuando llegan a las actividades a su cargo, se caracterizan por su alegría contagiosa. Logran que los Consejos de Profesores sean una instancia más amena y relajada, su presencia es un bálsamo refrescante, cuando el clima se torna tenso lo descomprimen con alguna broma o intervención ingeniosa que rompe el hielo.

Son jugados por sus alumnas (os) se les ha visto comprando alguna indumentaria o zapatillas a un jugador que no las tiene, son buenos para conseguir recursos donde pareciera que no los hay, son los regalones de los centros de padres o de ciertas organizaciones para conseguir premios y diplomas, comparten la colación o se la compran al equipo entero y el mate con los colegas. Su vehículo siempre está lleno de camisetas, petos, balones de diferentes disciplinas, también se encuentran pendones de alguna competencia pasada o por venir, es que a ellos todo les sirve y lo guardan incluso se ha visto arcos y parte de alguna escenografía, porque las ceremonias son su especialidad.

No tienen horario establecido entrenan, practican y ensayan hasta muy tarde, en ocasiones aparecen colgados del techo de algún gimnasio instalando banderas, y telones en algún evento del colegio, sólo se deprimen cuando el equipo que tanto adoran no clasifica o pierde una confrontación deportiva en instancias decisivas, según ellos injustamente y casi siempre por culpa del árbitro, siempre motivan a sus jugadores inculcando valores de manera permanente es que son muy buenitos ellos con todos los que disfrutan de su compañía, también los hay más serios, pero de corazón abierto. Jamás se sentirán derrotados, mascullan sus penas calladitos, porque les apasiona lo que hacen.

Saludan de mil formas, con palmadas golpecitos de nudillos, pechazos cariñosos con palabras cargadas de ánimo y optimismo. Cuando se enojan gesticulan con todo el cuerpo y abren los brazos como pidiendo una respuesta del cielo, pero se les pasa muy rápidamente. En general todos los quieren, nada es imposible de lograr para ellos, son una mezcla de héroes y guerreros deportivos para sus alumnos. Son los locutores oficiales de las ceremonias del colegio, ensayan al sol o bajo la lluvia, en verano se ven con un envidiable color mate y sus brazos lucen el bronceado del “camionero”, bailan e inventan las coreografías de los diferentes eventos.

Son malitos para redactar documentos e informes, eso de escribir tanto para decir algo simple no es para ellos, terminan pidiendo ayuda a algún colega bueno pal lápiz y se salvan, sus risas se escuchan a distancia hablan fuerte. Son capaces de irse caminando con el equipo entero y barra incluida si el bus de transporte no llega, siempre les falta una autorización de algún jugador y casi siempre este es el crack del equipo, suplican en la inspectoría para que lo dejen salir, la respuesta siempre es la misma, aparecen corriendo en el campo de juego felices de jugar el partido.

Si se presentan problemas o conflictos de convivencia, son buenos mediadores, en los carretes de profes suelen estar a cargo de la parrilla y por lo general tienen que bailar con casi todas las colegas, son creativos han debido adaptar su clase a las consabidas emergencias ambientales, pero se han reinventado y han generado nuevas y variadas actividades para no dejar que la actividad caiga en la inactividad, son lúdicos y alegres, le dan un sello especial a su trabajo. Por ello y más, es justo un homenaje a estos profesionales de la educación que tanto queremos y valoramos… y por favor ¡no se mueran nunca!.

Pedro Castillo Riffo
Director Colegio Alianza Austral
Coertesía: DIARIO AYSÉN

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