viernes, 1 de junio de 2018

El orgullo del barrio

Junio 12, 2014

Los actuales jugadores de la selección uruguaya forjaron sus sueños futboleros en las canchas de baby fútbol de Montevideo o el interior.

Uruguay tiene determinadas particularidades que lo hacen un país único. El termo y el mate debajo del brazo, la rambla, ir al Estadio, la torta frita. Y entre tantas cosas típicas y tradicionales un lugar que alberga a millones de niños que sueñan mirando por televisión a sus ídolos: el baby fútbol.

Quienes hoy tienen el privilegio de defender al país en la Copa del Mundo, fueron los que soñaron ayer con llegar a lo que son. Los integrantes del plantel seleccionado, al igual que la mayoría de los niños uruguayos, se vistieron de jugadores de fútbol, desfilaron por las canchas peladas de los diferentes barrios de Montevideo o el interior.

Corrieron detrás de la pelota al sonoro grito de madres enloquecidas que acompañaron los primeros pasos del niño en procura del sueño que hoy cristaliza jugando el Mundial. Saben de aquello de adelantar el domingo. Que no significa otra cosa que despertar temprano, comer antes de lo previsto porque el nene juega a la 1 de la tarde.

Es la historia de muchos de los seleccionados. Y en este momento que están a punto de jugar la Copa del Mundo son el orgullo del barrio, la foto colgada en la humilde sede de algún club que los vio pasar. El alimento de miles de gurises que sueñan con lo mismo.

El baby fútbol es un tema social en Uruguay. Hasta el propio Tabárez lo tiene claro. En su proyecto original presentado en 2006 a la AUF escribió: “El fútbol jugado en la niñez y la adolescencia no ha tenido políticas rectoras, ni pautas, ni criterios, para la formación de los futbolistas y las características de las competiciones en los diferentes niveles. Los meritorios esfuerzos realizados en estas áreas han sido aislados o sobrepuestos”.

Y agrega que: Se fijarán objetivos, criterios y acciones comunes en todo el espectro del fútbol nacional, comenzando por el infantil. Todo ello estará referido a la formación integral (educación en valores y conductas socialmente adecuadas), y a la específicamente futbolística (fundamentación técnica, adaptación del sentido de las competencias a las edades e intereses de los niños y los adolescentes, evolución en el trabajo en equipo, control y apoyo de la evolución físico-corporal, respeto de las etapas evolutivas en el ámbito psicosocial). Ese camino propuesto tiene valor en sí mismo, pero permitirá además que el talento futbolístico llegue a una selección Sub 15 para enriquecerse y afirmarse en un proceso iniciado con anterioridad”.

Fernando Muslera
Cosmos Corinto. El arquero se formó de golero en un club que tiene un campo precioso en el Prado, cerquita del Miguelete.

Maxi Pereira
Hizo hasta octava en bella Vista para después enrolarse en la exitosa escuelita de Defensor Sporting con el Profe Santos.

Diego Lugano
Tres esquinas de su pueblo Canelones. El capitán no era de los más altos en su equipo donde dio sus primeros pasos en el fútbol canario.

Cristhian Stuani
Atenas de Tala.

Martín Cáceres
Otro equipo de baby afincado en el Prado. De ahí surgió el Pelado que después se sumó a los juveniles de Defensor Sporting.

Diego Godín
Estudiantes de Rosario. El zaguero empezó a jugar en Colonia y luego llegó a las inferiores de Defensor.

Egidio Arévalo Ríos
Bella Vista de Paysandú.

Nicolás Lodeiro
Barrio Obrero de Paysandú. La zurda del Nico comenzó a desparramar gente en el fútbol sanducero.

Gastón Ramírez
Tulipán y luego fue a Anglo de Fray Bentos.

Luis Suárez
El Tres de Salto y Nacional de la misma ciudad. Otro producto de los potreros salteños en la era escolar donde vivía haciendo travesuras.

Cristian Rodríguez
Escuela Industrial de Juan Lacaze. En el baby le decían que era gordito y que no iba a llegar. Les ganó por temple.

Diego Forlán
Carrasco Lawn Tennis

Edinson Cavani
Nacional de Salto. Pese a tener la misma edad y ser de la misma ciudad, nunca jugó contra Luis Suárez.

José María Giménez
Toledo Junior

Diego Pérez
Enrique López. En este club de Palermo fundado en 1922 empezó a jugar uno de los símbolos de la selección: el Ruso Pérez.

Sebastián Coates
No hizo baby. Fue al club Banco República a una escuelita de fútbol pero en un club se inició en Nacional desde octava división con 11 años.

Walter Gargano
La Centella de Paysandú. Y contó: “Luego vine a jugar el campeonato nacional con Danubio nos tocó ida y vuelta donde empatamos acá y perdimos de locales en ese partido me echan cuando me compra Danubio que me compran en el momento que termina el partido, llegué y el Rafa Perrone me quería hacer jugar la final pero como me habían expulsado era imposible”.

Martín Silva
Sagrada Familia. “Siempre en el arco, tuve algunos ratos de número 9 pero ya cuando el partido estaba fácil (risas). Era algún delirio. De ahí derecho a Defensor donde hice todas las formativas. Estuve en Octava en Sud América porque el club de baby se fusionó con ellos y jugamos con la camiseta naranja, pero luego me vino a buscar el profe Santos a Defensor y desde Séptima con la viola”.

Cortesía: El Observador 

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