lunes, 1 de enero de 2018

LO ESENCIAL DEL AGUA

Cortesía: Dr. Jorge Mota

Estoy convencido que el autocuidado y el cuidado colectivo son la mejor defensa frente a los males que nos aquejan. Para lograrlo hay que contar con información y una buena dosis de motivación. Hay temas más simples de contar que otros. La forma en que afrontamos los extremos de temperatura no es de los más sencillos...pero no se precisa ser médico para entenderla. La Termorregulación es algo que todos deberíamos conocer para cuidarnos y cuidar a los demás.

Intentare explicarla lo mejor que pueda. En la regulación de nuestra temperatura, el agua es fundamental. Para hidratarse no hay otra bebida más adecuada que el agua. Somos seres vivos, nuestro cuerpo está compuesto en un 65 a 70 % por agua y es H2O lo que precisamos. Todo lo demás es querer vendernos algo. El agua hay que beberla antes de tener sed. La cantidad es variable, según temperatura ambiental y actividad. Te dicen "3 litros diarios" pero a veces es demasiado y otras veces es poco. Ya veremos cómo resolvemos esta duda más adelante.

El cambio climático que afecta a la naturaleza también nos influye a los humanos. El organismo tiene dificultad para adaptarse a las altas temperaturas. Las personas toleramos entre 36 y 40 grados de temperatura corporal. Por debajo sufrimos hipotermia. Por encima de 40 grados el metabolismo se altera y podemos llegar al síncope y al golpe de calor, situación que arriesga la vida. Pero ¿porque es el agua tan importante?

La piel tiene sensores para el frio (corpúsculos de Krause) y para el calor (corpúsculos de Ruffini). Cuando la temperatura desciende, los Krause avisan a la zona del cerebro que lo registra y se disparan mecanismos para no perder calor: la sangre se va de la piel (y por eso palidecemos) y comenzamos a temblar para generar calor.

Cuando la temperatura aumenta, sucede lo contrario, los Ruffini se encienden, la sangre fluye hacia la piel (y por eso enrojecemos) para perder calor por radiación, transferencia, convección y, lo más esencial, evaporación de la transpiración.

En la piel se ensancha el diámetro de los vasos sanguíneos y se filtra agua y sales desde la sangre hacia las glándulas del sudor para que estas fluyan gotas que luego se evaporen y bajen la temperatura. Por un rato este mecanismo funciona, pero si no estamos bien hidratados, el volumen de los 5 litros de sangre que tenemos, se reduce. No transpiramos sangre, pero sí agua que proviene de la sangre. Por esta razón la presión arterial baja.

Pero además tenemos los vasos sanguíneos dilatados y por eso también baja la presión. Si, en esas condiciones, estamos haciendo ejercicio, los músculos solicitan sangre para que les lleve oxígeno y combustible a efectos de realizar su movimiento. En ese momento hay una situación de riesgo: la piel y los músculos compiten por la misma sangre que, por la transpiración evaporada, ya no acumula 5 litros, sino 4, o menos.

Por si fuera poco, con vasos dilatados (en una red de "tubos", a mayor diámetro, menor presión de los fluidos que por ella circulen) Todo eso lleva a una caída brusca de la presión sanguínea (Shock), el cerebro recibe una pobre irrigación y el oxígeno no logra penetrar las membranas de las neuronas. La persona sufre mareos, dolor de cabeza...puede desmayarse (sincope) y finalmente hasta puede morir por Golpe de Calor.

Para prevenir esto es necesario beber agua desde antes de tener sed. La cantidad necesaria varía según la temperatura ambiental, la actividad física, la edad, la complexión, el sexo...el metabolismo individual.

Para saber qué cantidad hay que tomar, es útil observar el color de la orina: orina clara estamos bien hidratados, orina de color amarillo fuerte, hace falta beber agua. Si se debe asistir a alguien que sufre golpe de calor, mejorará acostando a la persona en un lugar fresco y con los pies elevados. De esa manera fluye sangre hacia el cerebro y se va recuperando. Luego dar agua de a sorbitos.

Se puede colocar una fuente de frio en la nuca para generar vaso constricción de las arteriolas que llevan sangre al cerebro y aumentar así su presión. Poco a poco, la persona mejora, hasta acceder a la ayuda médica.

La mejor conducta es prevenir. La segunda es asistir quien más cerca se encuentre. Bien simple y bien humano: aprender a cuidarnos y a cuidar a los demás.

No hay comentarios.: