Investigadores advierten sobre la magnitud de "la camisa de fuerza de los roles de sexos" en los niños y adolescentes.
Un estudio global -llevado a cabo por el Global Early Adolescent Study, una alianza entre la Organización Mundial de la Salud y la Universidad Johns Hopkins- difundido este el miércoles advierte que los estereotipos de género se encuentran firmemente arraigados en la juventud ya desde los 10 años de edad, independientemente de que crezcan en sociedades ricas o pobres, liberales o conservadoras.
La investigación que abarcó 15 países: Bolivia, Bélgica, Burkina Faso, China, Ecuador, Egipto, India, Kenia, Malaui, Nigeria, Escocia, Sudáfrica, Estados Unidos y Vietnam sugiere que los programas de prevención de estereotipos para adolescentes desperdician grandes cantidades de dinero en programas de prevención de estereotipos, dado que el esfuerzo debería comenzar antes.
Kristin Mmari la autora principal del estudio señaló que "los riesgos para la salud de los adolescentes están condicionados por comportamientos arraigados en roles de género que pueden estar bien establecidos en los niños cuando tienen 10 u 11 años". El informe, que es parte de una colección de artículos que se publican en el 'Journal of Adolescent Health', se basa en entrevistas a más de 450 adolescentes tempranos de los países mencionados. Tras los testimonios los investigadores concluyeron que los estereotipos de género resaltan la pasividad femenina, lo que deriva en un fomento del abuso.
Los investigadores advirtieron que "la camisa de fuerza de los roles de los sexos" esconde riesgos para todas las personas, pero las mujeres son más oprimidas.
Las encuestas reafirmaron que el sexo femenino se enfrenta a muchas normas en relación a su cuerpo, las cuales supuestamente sirven para protegerse, pero exigen también un comportamiento sumiso.
El estereotipo femenino "deja a las niñas en mayor riesgo de abandonar la escuela o sufrir violencia física y sexual, matrimonio infantil, embarazo temprano, VIH", resalta el estudio.
Dentro de los resultados, por ejemplo, se revela que los varones son vistos como los únicos con el poder para dar los primeros pasos en las relaciones. Solamente en una ciudad es que no se ve este estereotipo: Edimburgo, en Escocia.
A su vez el estudio constató la idea de que con el comienzo de la pubertad el mundo se amplia para los hombres y se reduce para las mujeres.
"Hemos descubierto que los niños ya tienen interiorizados a una edad muy temprana los mitos de que las mujeres son frágiles y los hombres fuertes e independientes", dijo el director del Global Early Adolescent Study, Robert Blum, profesor en la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos).
"Estos mitos son reforzados incesantemente por todas las partes, por los hermanos, los compañeros de clase, los profesores, los padres, los educadores, los familiares, los clérigos y los entrenadores de los deportes", explicó.
Mientras que si los niños tratan de liberarse de estos roles, corren el riesgo de padecer consecuencias negativas, sobre todo, los niños. Estos sufren acoso, intimidación e incluso ataques físicos, advirtieron los investigadores.
Cambiar
El codirector y científico en el Grupo de Adolescentes y Poblaciones de Riesgo en el Departamento de Salud Reproductiva e Investigación de la OMS, el doctor V. Chandra Mouli, expresó "sabemos por estudios de investigación y experiencia programática que las normas desiguales de género pueden cambiarse, pero esto requiere intervenciones cuidadosamente planificadas e implementadas que apunten tanto a los jóvenes como al medio ambiente en el que están creciendo y desarrollándose".
Mmari a su vez reconoció que aunque muchos de los estereotipos de género documentados en el estudio no son sorprendentes, el hecho de que sean tan comunes a través de las culturas y las situaciones económicas y estén tan arraigados en los niños a una edad relativamente joven, es "inesperado". A su juicio, la investigación podría ayudar a formar nuevas iniciativas que fomenten una mayor conciencia de las consecuencias para la salud de los estereotipos de género y que se centren en los años de "transición" críticos de la adolescencia temprana.
Finalmente Blum rechazó el argumento de que en muchas partes del mundo los estereotipos de género son sólo parte de la cultura tradicional y no son susceptibles de cambio, y señaló que aunque todavía luchan con conceptos rígidos de género, en lugares como Estados Unidos y el norte de Europa, las actitudes han cambiado dramáticamente en las últimas décadas.
La investigación que abarcó 15 países: Bolivia, Bélgica, Burkina Faso, China, Ecuador, Egipto, India, Kenia, Malaui, Nigeria, Escocia, Sudáfrica, Estados Unidos y Vietnam sugiere que los programas de prevención de estereotipos para adolescentes desperdician grandes cantidades de dinero en programas de prevención de estereotipos, dado que el esfuerzo debería comenzar antes.
Kristin Mmari la autora principal del estudio señaló que "los riesgos para la salud de los adolescentes están condicionados por comportamientos arraigados en roles de género que pueden estar bien establecidos en los niños cuando tienen 10 u 11 años". El informe, que es parte de una colección de artículos que se publican en el 'Journal of Adolescent Health', se basa en entrevistas a más de 450 adolescentes tempranos de los países mencionados. Tras los testimonios los investigadores concluyeron que los estereotipos de género resaltan la pasividad femenina, lo que deriva en un fomento del abuso.
Los investigadores advirtieron que "la camisa de fuerza de los roles de los sexos" esconde riesgos para todas las personas, pero las mujeres son más oprimidas.
Las encuestas reafirmaron que el sexo femenino se enfrenta a muchas normas en relación a su cuerpo, las cuales supuestamente sirven para protegerse, pero exigen también un comportamiento sumiso.
El estereotipo femenino "deja a las niñas en mayor riesgo de abandonar la escuela o sufrir violencia física y sexual, matrimonio infantil, embarazo temprano, VIH", resalta el estudio.
Dentro de los resultados, por ejemplo, se revela que los varones son vistos como los únicos con el poder para dar los primeros pasos en las relaciones. Solamente en una ciudad es que no se ve este estereotipo: Edimburgo, en Escocia.
A su vez el estudio constató la idea de que con el comienzo de la pubertad el mundo se amplia para los hombres y se reduce para las mujeres.
"Hemos descubierto que los niños ya tienen interiorizados a una edad muy temprana los mitos de que las mujeres son frágiles y los hombres fuertes e independientes", dijo el director del Global Early Adolescent Study, Robert Blum, profesor en la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos).
"Estos mitos son reforzados incesantemente por todas las partes, por los hermanos, los compañeros de clase, los profesores, los padres, los educadores, los familiares, los clérigos y los entrenadores de los deportes", explicó.
Mientras que si los niños tratan de liberarse de estos roles, corren el riesgo de padecer consecuencias negativas, sobre todo, los niños. Estos sufren acoso, intimidación e incluso ataques físicos, advirtieron los investigadores.
Cambiar
El codirector y científico en el Grupo de Adolescentes y Poblaciones de Riesgo en el Departamento de Salud Reproductiva e Investigación de la OMS, el doctor V. Chandra Mouli, expresó "sabemos por estudios de investigación y experiencia programática que las normas desiguales de género pueden cambiarse, pero esto requiere intervenciones cuidadosamente planificadas e implementadas que apunten tanto a los jóvenes como al medio ambiente en el que están creciendo y desarrollándose".
Mmari a su vez reconoció que aunque muchos de los estereotipos de género documentados en el estudio no son sorprendentes, el hecho de que sean tan comunes a través de las culturas y las situaciones económicas y estén tan arraigados en los niños a una edad relativamente joven, es "inesperado". A su juicio, la investigación podría ayudar a formar nuevas iniciativas que fomenten una mayor conciencia de las consecuencias para la salud de los estereotipos de género y que se centren en los años de "transición" críticos de la adolescencia temprana.
Finalmente Blum rechazó el argumento de que en muchas partes del mundo los estereotipos de género son sólo parte de la cultura tradicional y no son susceptibles de cambio, y señaló que aunque todavía luchan con conceptos rígidos de género, en lugares como Estados Unidos y el norte de Europa, las actitudes han cambiado dramáticamente en las últimas décadas.
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