domingo, 1 de septiembre de 2019

Juego, convivencia y espacio público: seminario organizado por La Jarana busca revertir tendencia “privatizadora” y “homogeneizadora” del vínculo entre los tres elementos

Reinauguración de la Plaza ex Terminal Goes (archivo, setiembre de 2018).
3 de agosto de 2019 | En común | Foto: Javier Calvelo, adhocFOTOS
Cortesía: la diaria

Este fin de semana se organiza en Montevideo un seminario que apunta a reflexionar sobre el vínculo entre juego, convivencia y espacio público. Organizado por La Jarana, el programa de recreación y tiempo libre de la organización El Abrojo, transcurrirá este sábado y domingo en la sede del Parque Batlle del Instituto Superior de Educación Física (ISEF). En la convocatoria al evento se aclara que, en su dimensión humana, el juego sirve para poner en debate “el hacer, sentir, pensar y habitar de los espacios públicos”. Por lo tanto, se piensa al juego como una oportunidad para la apropiación de estos y se entiende que ello tiene un vínculo directo con la noción de convivencia.

Daniel Pena, coordinador de La Jarana, explicó a la diaria que el seminario surge a partir del interés de la organización de enfocarse en el espacio público como lugar de “disputa de sentidos” y en la búsqueda de “alternativas en cuanto a cómo se habitan y qué relaciones se generan” en él. En la convocatoria al seminario se analiza que existen “tres amenazas o problemáticas” en torno al tema y se señala que una de ellas es la “homogeneización” de los espacios públicos destinados al juego, ya que se replica un modelo de “concreto y metal”. Por otro lado, se sostiene que si bien en los últimos años hubo “una inversión importante en los espacios públicos”, esta se dirigió principalmente a infraestructura y poco a “contenidos que los dinamicen”.

En ese sentido, se entiende que existe inversión en lo material, “pero poco se piensa en recursos humanos o propuestas socioculturales que se apropien y le den sentido” a cada sitio. En tercer lugar, desde la organización se plantea que los espacios públicos están siendo “residuales”, ya que se piensan a partir de “lo que queda después de construir vivienda y comercios”. Por lo tanto, se indica que “no se piensan como algo central de la vida cotidiana” y hay una tendencia a su privatización, por ejemplo, “mediante presencia de sponsors, espacios público-privados o cobro de entradas inaccesibles”.

Respecto de este último punto, Pena señaló que parece primar una concepción de la convivencia como sinónimo de seguridad y control, lo que muestra que “la ciudad no está pensada para el juego y el disfrute, sino para el consumo, la productividad y el turismo, básicamente con un fin de mercantilización”. Según Pena, existe una imposibilidad de que la ciudadanía y la sociedad civil participen en el diseño de estos espacios, como el que sí se dio en la Plaza de Deportes 1 de la Ciudad Vieja de Montevideo, proceso al que calificó de “una isla en el desierto”. El coordinador recordó que en esa obra una comisión vecinal “se paró de punta” y disputó el diseño, que había sido definido por la Intendencia de Montevideo (IM). “El área de Espacios Públicos de la IM lo tomó como un gran aprendizaje”, apuntó.

Por el cambio
Respecto de los objetivos del seminario, Pena señaló que se busca la incidencia política a partir de la reflexión de la gente que trabaja en esos ámbitos, con base en “entender otros modos de relacionamiento” que se diferencien de los que se piensan desde el mainstream de las disciplinas que trabajan con el juego, la recreación y la convivencia. Por lo tanto, indicó que habrá instancias conceptuales y otras más vivenciales, y destacó especialmente la presencia de invitados desde Argentina. Por un lado, estará el colectivo Cumbre de Juegos Callejeros (Cujuca) y también llegará Laberinto Sur, desde la provincia de Mendoza. “Cujuca está desde hace muchos años trabajando en calle, generando redes a nivel barrial y territorial; Laberinto Sur tiene rituales interesantes, hacen la ‘quema del tiempo’, algo parecido a las fogatas de San Juan, pero vinculado a la temporalidad”, resumió.

Además del espacio nocturno cultural del sábado, donde habrá espacio para diferentes expresiones musicales, el domingo se generará una intervención urbana en el callejón que hay en el Parque Batlle, entre el Velódromo y la cancha de Central Español, a partir de lo que surja del propio encuentro. Además, se hará una sistematización con el objetivo de que del seminario salga un documento de uso público sobre las temáticas del evento. También se apostará a darles continuidad a los encuentros de reflexión en el formato de tertulias, que ya se organizan desde La Jarana.

Las inscripciones ya están cerradas porque “se desbordaron” los cupos disponibles y los organizadores esperan a entre 150 y 180 personas, contó Pena, y detalló que la mayoría de los asistentes provienen del campo de la recreación y de la educación, tanto formal como no formal. Por su parte, explicó que pese a algunos apoyos del ISEF y del Instituto Nacional de la Juventud, el encuentro se costea principalmente con fondos propios de la organización, de forma de contar “con la mayor autonomía posible”.

Para La Jarana, “la recreación es una actividad que satisface una necesidad vital y humana, por el disfrute mismo que ella genera”. Al mismo tiempo, es considerada “un medio para promover un ambiente o espacio de formación y aprendizaje”, ya que la recreación y el juego brindan herramientas para que los individuos sean “críticos”, además de dar espacio para “la creación de una sensibilidad distinta a la preestablecida” y promover su transformación y la de su entorno. En suma, se la considera una herramienta que “incide en la persona como elemento fundamental de aprendizaje, rescatando los saberes para socializarlos (por medio de la palabra y la acción), pudiendo generar posibles modificaciones culturales”.

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